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martes, 15 de marzo de 2011

De regreso... Andahuaylillas

Después de dejarnos llevar a lugares no previstos, nos pusimos a pensar en que ya debiamos regresar, sin mucho tiempo y ya con las últimas 24 horas libres, nos despedimos de Quillabamba, ciudad a la que fuimos a conocer pero por la que finalmente solo estuvimos de pasada.  Una vista de la ciudad

De regreso, lugareños nos  seguían sugiriéndonos lugares para visitar y nosotros con tan poco tiempo, ¡ni modo!.  Esta es la salida de la ciudad.
La tarde iba cayendo, emocionada miraba por la ventanilla del bus, y con lo que mis ojos se embelesaban mi pequeña cámara evidentemente no lo captó en su real belleza, (trabajaré duro para adquirir una profesional).
Otra vez con los pelos de punta miraba hacia abajo y hacia adelante, ¡vaya caminito!, estas tomas fueron hechas en agosto del 2009.  Hoy por hoy el gobierno hizo lo que debía y asfaltó toda la pista, dicen que quedó muy buena.
Más de este bellísimo atardecer, la luz solar se filtraba a través de las nubes, lista para un cuadro
¡Cómo para no mirar abajo!.  Mientras avanzaba el bus pensaba en lo mucho que aun me falta por conocer del suelo patrio... "nadie ama lo que no conoce", reza el dicho,
 en aquel momento empecé a quererle más, como a un pariente que recién nos fue presentado, en cuyo rostro reconocemos nuestras facciones, algunas manías, quízá la forma de sonreir o de pronunciar una palabra..
Esta es la catedral de Cuzco, ¡imponente! ¿cierto?.  Como otra vez se nos dió por volar a nuevo destino, nos embarcamos en un bus que nos llevó a:
"ANDAHUAYLILLAS", un letrero nos daba la bienvenida.
La Iglesia matriz más conocida como "La capilla Sixtina de America", en su interior conserva hermosos frescos que decoran sus paredes y techos abovedados.  Evidentemente no pude tomar fotos del lugar pues los "flash" deterioran las pinturas y esa para nada es mi intensión.
Una toma de la plaza principal y un perfecto cielo azul.